"Gracias por tus besos risueños, por tus caricias, por tus palabras inteligentes que me hablan de sueños perfectos. Por no pasar ni un sólo un día sin decirme “Te quiero, mami”. Por mirarme a los ojos y sonreirle a mi corazón, por tener el poder de acariciar mi alma con tus manos. Eres mi amor y mi orgullo más grande".